El furor de «Despacito»

Desde que el dúo musical «Los del Río» lo consiguiera en 1996 con «La Macarena», ningún otro tema cantado en español se había convertido en el número 1 en las listas musicales de Estados Unidos y del resto del mundo.

¿Cuál es la clave de su éxito? El productor y músico Nahúm García tiene la respuesta. A través de su cuenta de Twitter, Nahúm García ha explicado la razón por la que el tema ‘Despacito’, que ya ha superado las 2.300 millones de reproducciones, ha logrado un éxito de tal calibre: «Os he hecho un croquis para que entendáis visualmente dónde reside la magia de la parada del Despacito».

Tal y como explica el productor, la forma en la que se rompe el ritmo de la canción antes del estribillo es «una genialidad», la clave para que este tema resulte tan pegadizo. En el momento en el que Luis Fonsi canta ‘Des-pa-cito’, la canción sufre un parón que rompe el ritmo lógico de la canción, acabando así con la métrica convencional de una canción puesto que no entra a tempo con el siguiente compás.

A pesar de romper con la lógica de la música convencional, el productor asegura que no se trata de un accidente: «Implica romper el flujo de trabajo de un software de producción musical, que trabaja en base a un grid que se establece con el tempo que tenga la canción». Por lo tanto, el hecho de romper la canción por completo y saltarse los tiempos ha provocado que la canción se haya convertido en el éxito del año.

Aldo Narejos, fundador de Canciona, os lo demuestra en este vídeo:

 

A continuación os ofrezco algunas versiones de «Despacito», interesantes por aspectos como la letra o la instrumentación. Sabéis que Musiqueando con María no haría publicidad sólo por la canción en sí misma.

Para la primera sólo voy a decir lo siguiente: Ni Una Menos.

 

«Amodiño» es un alegato a las primeras relaciones sexuales con los acordes del «Despacito» de Luís Fonsi. La sensualidad, las miradas o las propuestas indecentes marcan la letra de un tema que va camino de convertirse en referente de este verano para la música en Galicia.

Amodiño, quero ulir o teu pescozo amodiño, deixa que che diga cousas ao ouvido, para lubricarnos e vaia suaviño. Amodiño, quero espirte a bicos moi amodiño, tocarno-las cachas só un pouquiño, facelo seguro con preservativo. Quero cargar o teu pelo, quero darche un bico, acariñar as túas ingles, os meus lugares favoritos. Déixame facerche as uñas, toda a manicura, ir a clases de pintura, es da miña estatura.

 

También quería destacar la versión de Toñyto García: ex compañero mío de Grado Superior en Vigo, toca el trombón, instrumento menos habitual que muchos otros. Os recomiendo que visitéis su canal en Youtube.

 

 

Y, para finalizar, ¡cuerda! 2CELLOS es un dúo de violonchelo formado por los violonchelistas Luka Šulić y Stjepan Hauser. Nos regalan la siguiente versión:

 

 

 

 

 

¿Por qué son pegadizas algunas canciones?

En esta publicación os ofrezco algunas características de las canciones pegadizas y una pequeña crítica a la música comercial. Cliqueando en las palabras azules accedéis a más vídeos, ¡no os los perdáis!

 

El tema «Despacito» es el fenómeno musical del momento. En el siguiente vídeo Juan Durán nos explica las claves por las que sois incapaces de sacároslo de la cabeza ¿Os acordáis de «La Macarena»? Tres notas son las culpables.

 

Para que algo sea pegadizo se trata de que tenga el mínimo de elementos melódicos, rítmos y armónicos, y que se repitan. Las canciones que entran en el terreno de las pegadizas, que son muy simples de construcción tienen una estructura armónica que se adapta a muchas canciones. El ejemplo máximo de esto fue «La Macarena», prácticamente una nota. La sencillez no tiene por qué se sinónimo de vulgaridad.

[…] Lo que pasa que nosotros, para que algo se nos quede prendido en la memoria, esto que ya lo escuchamos y antes de que termine la canción somos capaz de repetirlo, es porque es un elemento muy fácil de reconocer y porque nos lo han repetido muchas veces. Componer es repetir variando, pero no es más que eso. Otro elemento es la previsibilidad, es decir, que resulte previsible lo que va a ocurrir.

Una canción es una construcción que tiene unos pilares básicos. La música es muy parecida a la arquitectura. Goethe decía que la arquitectura era música congelada. En el mundo de hacer una casita, una canción sencillita de esos tres acordes y luego puedes tener la gran obra orquestal con todo el colorido. Pero la estructura, la base, es la misma, todos tienen paredes y ventanas.

Desde hace 500 años, desde que los juglares cantaban sus canciones, en la época medieval hasta ahora, la fórmula siempre ha sido la misma. Algunas están muchísimo más trabajadas y que esos tres acordes están ampliados, adornados. […]

 

Fragmento de la Novena Sinfonía de Beethoven (motivo musical de 2 notas repetidas a distinta altura: sol-mi, fa-re)

Por supuesto, respecto a la música comercial insisto en que sigáis el canal de Youtube de Aldo Narejos, a quien admiro tanto por su persona como por su labor musical.

Como ya he publicado varios vídeos suyos, insisto en el mismo material, pero modificado. En este caso Marcos Blanco imita una pequeña selección de frases que hice del vídeo en el que habla de la fórmula del éxito de las canciones comerciales del 2015 (recientemente ha empezado a rodar con un nuevo trabajo musical del que os hablaré durante las próximas semanas).