Estoy convencida de que una de las mejores formas de que los niños aprendan es jugando. He empleado una metodología curiosa a la vez que divertida para aprender los valores rítmicos: los bloques de plástico de LEGO. Los de ocho puntos (en este caso de amarillo) representan la negra, los de cuatro (azul) la corchea y los de dos (rojo) la semicorchea. En esta foto podéis observar el modelo de referencia, en el que se visualiza perfectamente la equivalencia de las anteriores figuras.
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