¡Ha llegado el Carnaval!
Ha llegado el Carnaval y, cómo no, lo celebro con mucha música. He preparado una sorpresa al final, ¡no te la pierdas!
El carnaval se refiere a una fecha específica, que se celebra con posterioridad a la Navidad y que concluye, normalmente, en el martes de carnaval. Éste es el último martes antes del inicio de la Cuaresma católica (que comienza el Miércoles de Ceniza). El período de carnaval se conoce también con el término francés de mardí gras, ‘martes graso’ o de la grasa (tocino). Durante la Cuaresma los cánones católicos indican que no se deberá de comer carne, sino pescado y verduras.
Esta curiosa celebración le permite a la gente romper sin pudor con cánones morales, recurriendo a disfraces y excitantes cantos. Sus antecesoras más remotas fueron las fiestas conocidas en la antigüedad como «bacanales» y «saturnalias». A las bacanales se les llamaba así porque se realizaban en honor a Baco, dios pagano del vino. El el caso de las Saturnalias, por Saturno, dios de la siembra y la cosecha.
La palabra carnaval también proviene de aquella época. Durante las bacanales, a Baco se le cantaba el Ditirambo; el coro que lo hacía iba disfrazado de sátiro y frente a él aparecía el sacerdote del dios conduciendo un barco sobre ruedas al que llamaban «carrus navalis» (carro marino o naval). Este nombre los romanos lo pronunciaban «car navalis». Mientras que carnestolendas, como también se lo llama al carnaval, proviene de «carro», carnes», y «tollo», tapar. Dichos términos parecían aludir al disfraz.
La devoción del hombre por usar máscaras puede encontrarse ya en el antiguo Egipto o en Grecia. Pero en el carnaval propiamente dicho fue Italia la que adoptó la careta, más precisamente en Venecia. Allí se usó no sólo como vehículo de alegría sino que sirvió para guardar el incógnito y gozar de impunidad en venganzas y conspiraciones, aunque también facilitó romances y amoríos.
La costumbre de arrojarse distintos tipos de elementos también fue heredada de los romanos. Se divertían tirando con fuerza confites de menta, rosa o anís a la cara de los transeúntes; a raíz de aquella costumbre se adoptó el papel picado. Pero ésta, tal y como la conocemos hoy en día, tuvo su origen en una imprenta de París. Allí, un obrero que perforaba pliegos de papeles de colores, al ver caer los redondeles sobrantes los juntó y se los regaló a su hijo; el obsequio no sólo causó sensación entre los niños sino también entre los adultos, quienes comenzaron a encargar pequeñas bolsas de papel picado para arrojarlo durante los días de carnaval.
Con el paso de los años, el carnaval tomó formas y estilos diferentes según cada país. En España son famosos los de Cádiz, Canarias (El Carnaval de Cádiz junto con el de Santa Cruz de Tenerife actualmente son Patrimonio de la Humanidad) y Laza (Ourense), Verín y Xinzo de Limia (Ourense).
Los cencerros marcan el ritmo de «os peliqueiros»:
Las pantallas son típicas de Xinzo de Limia (Ourense):
¡A mover el esqueleto!
CARNAVAL Y MÚSICA
El Carnaval ha inspirado a muchos compositores a lo largo de la historia. Algunas de las partituras fueron compuestas expresamente para esta fiestas: unas tomadas algunas de melodías populares y otras evocando el ambiente festivo de esos días:
“El carnaval de los animales“, suite escrita por Saint-Saëns en 1886 para divertir a sus amigos. Podéis encontrar los vídeos y más información sobre esta suite en este enlace.
Cuento musical:
“El Carnaval” de Schumann, compuesto para piano en 1835.
La obertura de concierto “Carnaval,” op. 92, de Dvorak, compuesta en 1891.
Forma parte de la trilogía orquestal Naturaleza, Vida y Amor. Se trata de tres oberturas de concierto que arrancan de un mismo impulso creativo: el deseo de expresar diferentes aspectos de la experiencia humana. manista. Es preciso tener esto en cuenta si se quiere situar correctamente una obra como la obertura Karneval, tan aparentemente alejada del Dvořák ‘popular’. El argumento que da forma a ésta y las otras dos oberturas que completan el tríptico se basa en la relación naturaleza-alma.
La idea argumental se sitúa entre los elementos de contraste. Por un lado, los torbellinos brillantes que se identifican con la fiesta de Carnaval; por otro, aspectos de la vida diaria: lo lírico, la meditación, un ocasional pesimismo. La exposición de unos y otros momentos va formando ese tejido de contraste a lo largo de la obertura, en la que predomina, apareciendo de nuevo al final, el allegro brillante que abre y cierra el espíritu del carnaval».
Cerrad los ojos y disfrutadla:
La obertura “El Carnaval romano”, op. 9, de Héctor Berlioz compuesta en 1843.
“Carnaval de Venecia” compuesta en 1816 por Niccolo Paganini, variaciones para violín y orquesta.
PREPARADOS, LISTOS… ¡ACCIÓN!
¡Sorpresa! Me he grabado bailando la canción «Si ma ma ka» con una coreografía muy sencilla para que todos la podáis interpretar. Para facilitaros la labor la he grabado en espejo, de forma que los movimientos de mi mano izquierda corresponden a los que va a realizar vuestra mano derecha, y los de mi mano derecha a vuestra mano izquierda, es decir, tal cual lo veis.
¡Preparaos para bailar conmigo!
Por si alguno se anima os facilito cinco ideas sencillas para hacer máscaras de carnaval.
Samba Lelê es una canción brasileña estupenda para estas fechas de Carnaval. María Jesús Camino ha elaborado una página Wix con una partitura que incluye la letra para cantarla, aunque también se puede tocar con la flauta o xilófonos (con el Si bemol). También ha añadido karaoke y dos versiones en vídeo, uno con la letra para aprenderla fácilmente y la fantástica versión del grupo Barbatuque. Cliquead en la siguiente imagen:
Karaoke con pictogramas:
«La vida es un carnaval», para flauta dulce:
Fuentes de la información:
«Historia de las cosas. El curioso origen de esos objetos que nos rodean». José Antonio Solís, 2008.
Clásica 2: revista de ópera y música clásica.