Seguro que muchos de vosotros acabáis con frecuencia atascados estudiando una partitura: algunos fragmentos no os salen y al final sólo conseguís frustraros. Eso quiere decir que no estáis estudiando de la manera correcta. A continuación os ofrezco varios consejos para mejorar vuestro estudio y conseguir una adecuada interpretación musical.
Principios básicos de estudio:
- Es importante trabajar y tocar el pasaje hasta que suene exactamente como nos gustaría. Cuando salga bien conviene repetirlo varias veces concentrado. Hay que tener en cuenta que la repetición es clave en el estudio musical, pero cuidado, la repetición con fallos y sin sentidos sólo consigue estropear nuestro estudio.
- Estudiar los pasajes mecánicamente difíciles a cámara lenta, siempre reproduciendo los movimientos con el mismo impulso y técnica que lo haríamos a velocidad normal.
- Si nos atascamos con la interpretación de una melodía conviene cantarla varias veces con dinámicas y fraseos diferentes. Nuestro sentido musical nos indicará cuál es la más lógica.
- Sigue el dibujo de la grafía, sobre todo en las obras de los periodos barroco a clásico: sube y baja la dinámica según la melodía suba o baje. No siempre es necesario romperse la cabeza.
- Con frecuencia conviene grabarnos tocando, así podemos observarnos con detalle y mejorar posiciones, sonido, etc.
- Tocar nota por nota con un sonido bonito y con el cuerpo relajado. Escuchar con atención, corregir y repetir hasta oírlo sin fallos.
Es importante analizar la partitura antes de tocarla. Ello implica conocer al compositor, la época y el estilo al que pertenece, es decir, su contexto histórico. En cuanto al análisis de la forma conviene escuchar varias grabaciones de la pieza o cantarla. Finalmente, es aconsejable marcar con diferentes colores las frases musicales, progresiones, cambios de digitación, acordes, etc. De esta forma transmitiremos seguridad, ampliaremos conocimientos, también facilitaremos la memorización y, en definitiva, le daremos sentido a lo que interpretamos.

Análisis formal
Recordad la importancia de estudiar lento: el estudio ideal es aquel en el que podemos controlar todo lo que tocamos: notas, ritmo, saltos movimientos, etc. El tempo cómodo es el que nos permite atender a todos los aspectos musicales sin ansiedad ni descontrol: calidad del sonido, articulaciones, dirección de la música… Al principio conviene trabajar los pasajes complejos a un tempo lento para, después, ir aumentando la velocidad gradualmente hasta igualar el tempo en toda la pieza. Necesitamos varios días para asumir todo lo que corregimos, para interiorizar cada detalle de la interpretación que queremos transmitir.

Metrónomo